CUANDO ingresé en la escuela secundaria, aún tenía un carácter infantil. Pero, no sé desde cuándo, no me gustaba que mi madre me comprara ropa ni quedaba satisfecha de los colores que mi padre...
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CUANDO ingresé en la escuela secundaria, aún tenía un carácter infantil. Pero, no sé desde cuándo, no me gustaba que mi madre me comprara ropa ni quedaba satisfecha de los colores que mi padre...